lunes, 9 de mayo de 2011

Viaje a PRAGA chicos de La Sede

Reportaje sobre el cuarto viaje de los chicos de La Sede por Europa.

Este año éramos 9 los que viajamos a PRAGA.

Viernes 29 de abril, dormimos en Cervelló en las casas de Carlos y Josan. Como el año pasado Josan nos agasajó con una estupenda cena en su pedazo de terraza.


El sábado madrugón, a las 4 y pico en pie. Café en el aeropuerto de Barcelona y a las 6:30 hacia Praga con escala en Viena.

El objetivo de los viajes por Europa son "ir a echar una cerveza a ...". Este año cumplimos el objetivo por partida triple (Viena-Praga-Frankfurt).
Aqui cerveza en el aeropuerto de Viena (Austria).

Vuelo de Viena a Praga en un avión de hélices. Un poco de acongoje.


Una vez en Praga, lo primero abuscar un sitioo para cambiar euros por coronas checas. 1 € = 24 coronas



Primera cerveza ("pivo") en Praga. Objetivo cumplido del viaje.
Los precios de las cervezas, desde poco más de 1 €, hasta echamos una de 5 €.

Después del madrugón y casi sin desayunar nada, sólo una gran magdalena de chocolate en el avión, había más hambre que otra cosa. Poco más de las 13:00 a comer a una de las cervecerías más famosas de Praga el: "Novomestsky Pivovar" donde elaboran su propia cerveza. De menú "sartenada cervecera".


Después de comer unos se fueron a echar una siesta, otros nos dimos un paseo.

Visitamos la cervecería más antigua de Praga, el "Pivovar Fleku" de 1499.


Después de la siesta y ya todos juntos, paseo por los lugares más típicos de Praga.
La Plaza de la Cudad Vieja y su famoso Reloj Astronómico de Praga es el reloj medieval más famoso del mundo. Fue construido en 1490 por el maestro relojero Hanus y perfeccionado por Jan Taborsky en el siglo XVI. La leyenda dice que para que Hanus no repitiera su obra, los concejales le dejaron ciego.



El Puente de Carlos, el monumento más famoso de Praga.


La calle más estrecha de Praga, con semáforo y todo


Para reponer fuerzas, el típico bocata de salchica de cada viaje en un chiringuito de la Plaza de la Ciudad Vieja.

Después a cenar a una pizzería y a dormir, bastante petados, el día había sido muy largo desde las 4 y pico de la mañana.

Ernesto

1 comentario:

Los viajes de la peña dijo...

Me encanta el reloj astronómico, pero lo de quemarle los ojos al relojero, me parece una poco demasiao!